A veces compramos productos que acaban arrinconados en un rincón del armario de baño o, peor aún, en la basura. Otras veces, pagamos más por algo que la competencia tiene igual de bonito pero más barato. Con esta serie de entradas intentaré asesorar a las chicas, basándome en mis grandes errores de juventud, para tener un neceser completo, de calidad, y no demasiado caro, explicando dónde conviene hacer caso de “lo barato sale caro” y dónde no.
Hablaré de los tres grandes bloques: cuidado facial, colorido y cuidado corporal. Las posibles marcas que pueda citar son las que me gustan a mí en particular para cada caso, entendiendo que por ganas iríamos a diario enteritas de Dior, Clarins o Chanel.
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